En 1824 Edward Pease se asoció con Michael Longdridge, George Stephenson y su hijo Robert Stephenson para constituir una sociedad para fabricar locomotoras. The Robert Stephenson & Company, en Forth Street, Newcastle-upon-Tyne (Gran Bretaña) se convirtió así en la primera fabricante mundial de locomotoras. La primera locomotora fabricada, la “Locomotion”, se terminó en septiembre de 1825 y fue usada en el Ferrocarril de Stockton a Darlington, línea abierta el 27 de septiembre de 1825. Para las carreras de Rainhill, en octubre de 1829 la empresa de Robert Stephenson presentó su nueva locomotora, “the Rocket”. También participó en su fabricación Henry Booth, Secretario y Tesorero del Ferrocarril de Liverpool a Manchester. Fue éste quien sugirió el uso de una caldera multitubular para generar el vapor necesario para impulsar la locomotora. Fue idea de Robert Stephenson el desplazar los cilindros de su tradicional posición vertical a otra inclinada a 35º. Para incrementar la superficie de calefacción, Stephenson sustituyó el tubo de fuego convencional de hierro y 12 pulgadas de diámetro (30,48 cm.) por varios tubos de 2 pulgadas de diámetro (5,08 cm.) fabricados en cobre. Aunque inicialmente se presentaron 10 locomotoras a las carreras de Rainhill, finalmente solamente participaron 5 y de éstas, dos se retiraron durante los dos primeros días de las pruebas. Las locomotoras “Sans Pareil” y “Novelty” funcionaron bien al principio pero pronto sufrieron problemas mecánicos. Al tercer día la “Rocket” era la única locomotora que quedaba en la competición, recorriendo ese día 35 millas (56,37 km.) en tres horas y doce minutos, arrastrando vagones con un peso de 13 toneladas a una velocidad media de 12 millas por hora (19,31 km/h). En uno de los viajes alcanzó las 25 millas por hora (40,23 km/h)y circulando aislada, la “Rocket” llegó a las 29 millas por hora (46,67 km/h). Tras estudiar estos resultados, los jueces John Raistrick, Nicholas Wood and John Kennedy concedieron el primer premio de 500 libras a los propietarios de la “Rocket”. El contrato para fabricar las locomotoras del Ferrocarril de Liverpool a Manchester se adjudicó a la empresa de Robert Stephenson. En 1830 se modificó la “Rocket”, añadiéndole una caja de humos y acortándole la chimenea. Durante el siguiente año se redujo la inclinación de los cilindros de 35º a 8º, con lo que se consiguió una marcha mucho más estable y constante. La “Rocket” modificada circuló en el Ferrocarril de Liverpool a Manchester hasta finales de la década de 1830, después fue vendida y terminó su vida útil en Carlisle.
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Interesante esquema animado sobre el funcionamiento de la “Rocket”