Los orígenes de esta empresa se remontan al año 1810, fecha en que Georg Christian Karl Henschel instaló en la ciudad de Kassel un taller de calderería. Con el desarrollo de la primera revolución industrial y el incremento de la demanda, las primitivas instalaciones adquirieron progresivamente una mayor envergadura y diversificaron su producción. En 1848, Henschel se introdujo en el sector ferroviario con la construcción de su primera locomotora de vapor, una 220 bautizada como "Drache" para la Friedrich-Wilhelms Nordbahn. Con eso se inició una progresiva especialización en la producción ferroviaria. En 1889, en los talleres de Kassel ya se habían construido mas de 5.000 locomotoras, 10.000 en 1910, 20.000 en 1923. En esta ultima época, Henschel empezó a fabricar locomotoras eléctricas y diésel. Durante la segunda guerra mundial, la producción militar se diversificó notablemente ya que, ademas de la tradicional fabricación de material ferroviario, también efectuó importantes entregas de tanques como los Panzer III, los Tiger y los Panther. Henschel se introdujo también en la fabricación aeronáutica (HE 129). Tras la guerra, Henschel fue capaz de reanudar la construcción de locomotoras de vapor. Al final de los años cincuenta, la empresa se especializó en la construcción de las locomotoras diésel y eléctricas. En 1964, adquirió la empresa metalúrgica Rheinischen Stahlwerke, con lo que el nuevo grupo industrial se denominó Rheinstahl Henschel A.G.. En 1976, se convirtió en Thyssen-Henschel y en 1990 se incorporó al grupo surgido de la fusión de la sueca ASEA y la suiza Brown Boveri para convertirse en ABB Henschel AG. En 1996, pasó a formar parte del grupo ADTranz y en 2002 sus instalaciones se integraron en la multinacional de origen canadiense Bombardier. Desde entonces, los históricos talleres de Kassel se han convertido en uno de los principales centros de producción de locomotoras de la firma.
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